Nos cambiamos de cama en el dormitorio de matrimonio y los interruptores quedan detrás de los cabeceros o muy lejos de nosotros, tenemos un cuadro de piscina donde los focos se encienden abriendo la tapa de la depuradora y muy incómodo para encenderlo.

Para todo esto ya tenemos la solución: el interruptor inalámbrico sin cables.

Los mecanismos interruptores inalámbricos son ideales porque permiten ahorrar en rozas,  cableado y son un paso más hacia la modernidad. Cuentan con un interruptor sin cables ni batería, funciona de forma retroalimentada que  cuando se pulsa se produce la tensión suficiente para mandar un impulso al  receptor que se conecta a la toma de corriente de la luminaria.

La distancia de control es de 24 metros. El interruptor tiene una vida útil de aproximadamente 150.000 pulsaciones.

El receptor es muy sencillo de montar, trabaja con un voltaje de 220-240V a una frecuencia de 50/60 Hz y 10 A de intensidad. El interruptor se puede pegar a la pared o atornillar y no necesita caja ni nada por estilo. Tiene el tamaño de un interruptor convencional. Además cuenta con la ventaja de poder llevar el interruptor donde quieras dentro del radio de control.