En los últimos años, la tecnología y los sistemas eléctricos han experimentado un cambio radical en la forma en que abordamos nuestras necesidades energéticas. Uno de estos cambios es la preferencia de cambiar las instalaciones eléctricas domésticas de trifásica a monofásica. Pero, ¿por qué y cómo realizar este cambio? Aquí te lo contamos. La energía trifásica es un sistema de distribución de energía eléctrica que utiliza tres corrientes alternas, lo que garantiza un suministro de energía constante y estable. Por lo general, este sistema se utiliza en entornos industriales y comerciales, donde la demanda de energía es mucho mayor. En cambio, en una instalación monofásica, solo se emplea una corriente alterna y es más que suficiente para cubrir las necesidades de la mayoría de los hogares. Uno de los principales motivos para realizar este cambio en tu hogar es el ahorro en el consumo energético y, por consecuencia, en tu factura de electricidad. Al utilizar una instalación monofásica, se reduce la cantidad de energía consumida, ya que los dispositivos eléctricos domésticos no requieren tanta potencia como los industriales. Además, una instalación monofásica es menos complicada y más fácil de mantener, lo que puede ahorrar tiempo y esfuerzo en caso de cualquier problema o reparación. Para realizar el cambio de instalación trifásica a monofásica, es fundamental contar con la asesoría y el apoyo de un electricista experto, ya que este proceso implica una modificación en la infraestructura de la instalación eléctrica de tu hogar. Además, es importante consultar con la compañía eléctrica y cumplir con las normativas y regulaciones locales para asegurar un proceso seguro y eficiente. Al final, este cambio no solo te permitirá ahorrar en tu consumo energético, sino que también contribuirás a reducir la demanda de energía y a cuidar nuestro planeta.

Este es el típico caso de una casa unifamiliar en la que se quiere abandonar el viejo sistema de calefacción a gas-oil por un moderno sistema eléctrico de aerotermia.
Como el consumo es elevado en relación con otros aparatos de casa, para evitar que se descompensen las fases, se ha optado por cambiar la instalación a monofasica, por lo que se cambian los componentes necesarios en el cuadro general, se procede a comprobar toda la instalación y se emite un boletín para presentar a Industria, una vez sellado por Industria, ya se puede acudir a la compañía suministradora para cambiar el contrato, en este caso con discriminación horaria para aprovechar cuando más frío hace en horas nocturnas la tarifa más barata.